sábado, 29 de marzo de 2008

¿Amor o sado masoquismo?


Algo que me llama mucho la atención de la mayoría de consultas que recibo es que muchos dicen amar a una persona aún cuando ésta la trata mal. ¿Es esto amor o masoquismo? Por otro lado muchas personas dicen "amar" una persona, pero cuando pueden la traten violentamente ya sean a través del abuso físico o psicológico.

¿Qué es el sadimo y el masoquismo?
El sadismo consiste en ocasionar dolor a la persona que se posee en el acto sexual, y a través de ocasionar dolor a esa persona se obtiene placer, por otra parte la persona masoquista obtiene placer cuando obtiene dolor. ¿Pero es esto sano en las relaciones interpersonales dejando el plano sexual? Seguramente que no, una cosa muy distinta es jugar juegos sexuales utilizando el sadomasoquismo y otra muy diferente es cuando en las relaciones personales obtenemos cierto placer (la mayoría de las veces inconscientemente) a través de dolor ya sea dándolo o recibiéndolo. Esto se podría decir que roza la enajenación, cuando tratamos de jugar un juego perverso y denominamos amor "al dolor".

Tanto en el masoquismo como en el sadismo (y vuelvo a repetir no hablando en términos sexuales sino psicológicos), los impusos de sumisión y dominación (masoquismo y sadismo) aparecen a fin de adquirir fuerza de lo que el "yo" mismo carece. En el masoquismo aparece como un sentimiento de inferioridad, impotencia e insignificación individual. En el sadismo se manifiesta como una tendencia a someter a los otros, como el deseo de hacer sufrir al otro. Tanto en el masoquismo como en el sadismo hay sentimientos de inferioridad, relacionado con el poderío.

Un ejemplo muy común de sadomasoquismo se da en los casos de las parejas violentas, donde el hombre juega generalmente un rol activo, es el golpeador o abusador piscológico y y la mujer la "víctima". En esta relación de victimario y victima, ambas partes están enfermas. El golpeador que somete a su víctima a través de su violencia física o psicológica y la víctima que acepta, en la gran mayoría de los casos como un "deliz" este abuso. Se suele confundir con amor los celos enfermizos, la posesividad, etc.
Según Erich Fromm el sadismo no es principalmente el deseo de causar dolor, ni una perversión
sexual, sino, en esencia, es la pasión de tener un control absoluto sobre otro ser humano. Una de las formas de control más drásticas es la tortura y el infligimiento de dolor físico. Formas menos drásticas y a la vez más la humillación, el dominio, el hacer del otro una parte de sí mismo. El sadismo se ve condicionado por una sensación de "impotencia vital"y el deseo de tener poder sobre otros es la compensación de nuestra incapacidad de tener poder para crear o para amar. Aquel que sufre de impotencia emocional la compensa dominando, controlando o haciendo algo a otra persona, a la en una "cosa" suya, siendo -como es- un ser vivo. Dado que se siente impotente, necesita sentirse omnipotente.
El sadomasoquismo en las relaciones de pareja nada tiene que ver con el amor, al menos con el amor sano. Como dice el Sting : "Si lo amas dejalo libre".No dominar ni dejarse dominar es la clave para que cualquier relación funcione normalmente.
Les dejo la letra y el video de Strange Love (Amor extraño) de Depeche Mode que habla un poco sobre este tema.

Amor Extraño

Habrá momentos

En los que mis pecados parecerán

casi imperdonables

Me he entregado al pecado

Porque tienes que hacer esta vida insoportable

Pero cuando creas que ya tengo suficiente

De tu mar de amor

Beberé otro río más

Si, y haré que merezca la pena

que tu corazón sonría

Amor extraño

Extraños altibajos

Amor extraño

Así va mi amor

Amor extraño¿Me lo darás?

¿Aceptarás el dolor que te voy a dar una y otra vez?

Y ¿No lo devolverás?

Habrá días

Cuando esté perdido

Que pareceré estar

Constantemente fuera de tu alcance

Me he entregado al pecado

Porque me gusta practicar lo que predico

estoy tratando de decir

Que lo hago todo bien

Siempre estoy dispuesto a aprender

Si tienes algo que enseñarme

Oh y haré que todo merezca la pena

Haré que tu corazón sonría, dolor,

¿Me lo devolverás?

Lo diré otra vez, dolor,dolor,

¿Me lo devolverás?

Lo diré otra vez, dolor, dolor,

¿Me lo devolverás?

No lo volveré a decir

Me entrego una y otra vez,me entrego

Me lo darás?Me entrego

Lo diré otra vez:Me entrego



jueves, 27 de marzo de 2008

¿Quién pudiera crear un Frankestein? La búsqueda del hombre ideal

Sentada viajando en el subte, regresaba luego de un extenuante día de trabajo, trataba de concentrarme en el libro que estaba leyendo, pero fue inútil, mis brazos súbitamente cayeron sobre mi falda, apoyando el libro sobre ella. De pronto entré en un trance, pensé por un momento que estaba mareada, pero no fue así. Empecé a divisar hombres, rasgos, rasgos que me sugerían atracción, belleza, verdad, certeza. Unos ojos azules como el cielo en un vagón, una cabeza perfectamente redonda en un asiento, un jovenzuelo con nariz perfecta... divagué y divagué en esos trances y pensé si fuese posible que alguien pudiese construir un Frankestein, "mi Frankestein". Recordé mis novios, mis amantes, mis pasiones, mis encuentros furtivos con masculinos, pensé en todos ellos ; y a cada uno como si fuera un cirujano plástico fui extirpando, lo que a mi parecer podría llegar a ser mi hombre ideal, ese que no existe, ese que por un momento fugaz que duró entre dos estaciones lo soñé. Pensé en la blancura de Santiago y sus ojos de gatos, en el color celeste-grisáceo de Lucas, en la nariz pequeña de Diego y su pasión por el baile, en la cabeza perfectamente simétrica de Marcos, en la espalda apolínea de David. Tal vez con tristeza descubrí que no encontré ninguno, entre mis hombres de carne y hueso, que pudiese descubrir brillantez o una lucidez absoluta. No me importó. Estaba creando mi Frankestein y podía agregarle las características que yo quisiera como si fuera un modelo a construir: inteligencia, soltura, simpatía, humilidad, sabiduría, equilibrio. En mi rostro se dibujaron la tragedia y la comedia griega: fui feliz por un instante pensando en mi hombre ideal, pero reflexioné tristemente y dando un hondo suspiro ¿quién pudiese construir mi Frankestein?


miércoles, 26 de marzo de 2008

Consulta de Amor: dudas

Todo empezó por un juego pero despues me gusto su forma de jugar baloncesto y me crei que estaba enamorada de él ahora no dejo de pensar en él y no se si debo decirle lo que siento porque ni siquiera me llevo con él.

AZZENETH



Estimada Azzeneth:

Primero que todo tendrías que ver que es lo que sientes por él. Si estás enamorada o si simplemente es una enamoramiento, tendrías que despejar tu mente y tu corazón para ver que sentimientos tienes hacia él. En segundo lugar, muchas veces la "indiferencia" puede llegar a ser simplemente una máscara para no revelar lo que siente él verdaderamente.
Yo soy partidaria de que uno tiene decir lo que siente, no digo que lo grites a los cuatro vientos, pero si tienes oportunidad y ves que la situación lo amerita, yo en tu lugar me sentaría a hablar con él y le diría lo que siento, puedes llegar a encontrarte con una agradable sorpresa, como dice el dicho "no hay peor empresa que la que no se realiza".

Saludos y coraje,

Mariana Amour

martes, 25 de marzo de 2008

La infidelidad



Palito Ortega cantaba La felicidad ah ah ah, hoy tenemos que cantar como moneda corriente ¡la infidelidad ah ah ah! Hoy pareciera ser que ser infiel está de moda, no sólo que es una práctica que está extendida sino que ser fiel actualmente sería cosa de tontos.
No comentarás adulterio dice el séptimo mandamiento, sin embargo con la llegada de Dios ha muerto impuesta ya por Nietzche en la época victoriana, ese mandamiento seguramente debe ser uno de los más roto si le preguntásemos a Dios mismo.
¿Pero qué significa ser infiel? ¿Por qué somos infieles? Por empezar la infidelidad se toma como una traición, hacemos algo por izquierda, engañamos a nuestra pareja a sus espaldas, no es algo consensuado. Muchas veces la infidelidad se presenta cuando se dan crisis en la pareja o tensiones, generalmente uno de los cónyuges puede buscar alivio a sus tensiones o problemas de pareja a través de un amante. En nuestra sociedad occidental nos crían dentro del marco de la monogamia, la mayoría de las grandes religiones también alientan la monogamia, por lo tanto una relación extra-marital es tomado como un gran traición.
Mi conclusión personal sobre la infidelidad es que es uno al engañar a su pareja creo que hay en cierta medida una suerte de autoengaño. Tal vez hablar con nuestra pareja y decirles lo que nos pasa nos evita buscar afuera lo que no tenemos dentro. Muchas veces el “traidor” se siente tan mal por ser infiel que puede llegar a haber casos de la somatización de esta tensión a través de su cuerpo: se angustia fácilmente, se vuelve paranoico ante cualquier pregunta tipo de tipo personal como ¿dónde estuviste?
El que es infiel muchas veces le acontece lo que le pasa al que comete un crimen, siente tal remordients por haber cometido una “culpa” que inconscientemente deja pistas para que se descubra su traición.
¿Qué cuenta como un engaño?
Esto es difícil de responder porque dependerá de cada persona en particular y de la relación que tengan con su pareja y lo que considere aceptable o no en cuanto a como se relaciona su pareja con otras personas, pero he aquí algunas de las cosas que la gente considera inaceptable para una pareja:
*Flirtear con otras persona
*Hablar sobre algo sexual con otra persona
*Intercambiar e-mail o mensajes de texto
*Negar estar casado o dentro de una relación
*Pasar el tiempo con alguna persona específica
*Tener como mejor amigo alguien del sexo opuesto
*Comprar regalos íntimos para otras personas
*Tener contacto sexual con otra persona (infidelidad sexual)
*Involucrarse emocionalmente con otra persona (infidelidad emocional)
*Compartir los pensamiento y sentimientos más íntimos con otras personas
*Chatear con otras personas
Y la lista continúa...

¿Vos qué considerás un engaño?

sábado, 22 de marzo de 2008

Consulta de Amor


¡Tengo una consulta! me estoy volviendo loca, me pasa lo siguiente : hace mucho hablo con alguien por msn, nos vimos 3 veces y en la ultima ocasión estuvimos juntos en su cuarto y tuvimos un encuentro un poco más cercano digamos. Esto paso hace mucho tiempo, pero seguimos hablando, después nos peleamos y dejamos de hablar, empezamos a hablar nuevamente y nos peleamos otra vez. Pero siento que es la única persona en la que pienso, a la vez me enoja porque muchas veces no me trata muy bien.. Mi pregunta es la siguiente, ¿es posible que pueda llegar a estar enamorada? yo siento que es un tanto ilógico, siendo que nos vimos muy poco, pero siento que lo conozco y él me conoce a mí.

Stephanie


Estimada Stephanie:

Yo no te puedo contestar la pregunta que me hacés, es algo que vos tendrás que indagar en tu corazón, si estás enamorada o no, yo no te lo puedo contestar. Lo que sí te puedo decir que tal vez es poco lo que se han visto como para decir que tenés un conocimiento profundo de esa persona, igualmente sé que mediante el lenguaje escrito (mails, chat, etc) uno puedo conocer facetas importantes de una persona pero no sé si en profundidad.Mirarse a los ojos, verla a la persona como es en su vida cotidiana, estudiar su lenguaje corporal te da un visión completa de su personalidad. Me atrevo a decir que más que enamorada tal vez tengas un enamoramiento, o sea que te guste mucho, que sientas pasión por esta por esta persona. Por ahí estar enamorado es un sentimiento muy profundo.
Creo que la única forma que descubrirás que es lo que sientes por esa persona es viéndolo, estando cerca, tratando de conocerlo más profundamente en todos sus aspectos y si ves que es imposible hacer esto, o que las circunstancias no te dejan a otra cosa mariposa, tu tiempo es muy valioso y todos merecemos ser amados por alguien, nunca te dejes tratar mal por nadie.


Saludos y espero que encuentres la respuesta en tu corazón.

Mariana Amour

lunes, 17 de marzo de 2008

Consulta de Amor


¿Qué hago para poder olvidarme de la persona que tanto amo?, el también dice amarme pero me lastima mucho su forma de ser.


Juan José



Estimado Juan José:


Hay un dicho que dice "porque te quiero te aporreo", esto ¿qué significa? Que muchas veces uno a la persona que más quiere la suele tratar mal, sin embargo hay que ver hasta que punto es sano tener esta conducta.
Peleas y discusiones en la parejas son normales, te diría que incluso hasta cierto punto es saludable o "normal" cuando sirve para poner de manifiesto aquellas cosas con las que no estamos de acuerdo con nuestro ser amado. No obstante, cuando pasamos de una peleíta a un peleón, cuando la cosa se agranda y ya entramos en los insultos, los agravios, peleas físicas o denigrar psicológicamente a la otra persona eso ya no es saluble bajo ningún punto de vista y te diría que hasta es preferible cortar por lo sano. No sé que es lo que estará pasando en tu caso, porque no lo cuentas, pero te aconsejo que charles profundamente con tu pareja sobre lo que te molesta de él y , si no llegan a un acuerdo también pueden acudir a un profesional que los pueda guiar.
Por último es importante amar y ser amado, pero nunca olvides que cualquier relación amorosa se construye con los cimientos del respeto. Mucha suerte y puedes contar con mis consultas cuando quieras.


Saludos,

Mariana Amour

Pd: Puedes leer más en mi post sobre este tema en: http://www.freudteniarazon.com.ar/2008/02/me-cuesta-separarme.html

Saludos


Oye qué gusto conocerte y todo gracias a The Sisters of Mercy, y a tu afición por ellos, porque a nosotros también nos agrada bastante y estábamos viendo los videos en youtube cuando nos topamos con un comentario que realizaste. Fue una fortuna porque decía que tenías aprox. 5 horas de haberlo hecho, aquí eran como las 3 am. Y también fue una emoción muy grata encontrar a una verdadera embajadora del amor.


Carlos y María Daniela.


Estimados:

Sí, soy fanática de Sisters of Mercy y bienvenidas sean sus palabras, a ver si se crea una verdadera sisterhood (jajajajaj) una hermandad de fanáticos de Sisters. Me alegró mucho encontrar gente que comparta mi misma afición por ellos.
Gracias por lo de embajadora del amor, simplemente me considero una humilde aficionada sobre un este tema que ningún ser humano le puede escapar: el amor.


Mi más saludos Cordiales,

Mariana Amour


Pd: Me han dicho que me parezco a Patricia, lástima que no tengo mi Andrew, ni siquiera nadie que se le acerque. jajaja.

sábado, 15 de marzo de 2008

Consulta de Amor

Hoy inauguro la nueva sección de CONSULTAS. El otro día me llegó una consulta de Facundo a mi mediante el formulario de CONSULTORIO AMOROSO y preguntaba lo siguiente:

Hola Mariana Amour, te escribo para ver si me podés dar una ayudita. Me pasa lo siguiente, tengo 21 años y estoy hace tres años que estoy de novio con una chica a la que quiero mucho pero, pero me gusta un chico, un compañero de la facultad, como podrás ver soy bisexual. Ella no lo sabe y me da mucho miedo decírselo porque no sé como reaccionará. Tampoco quiero engañarla porque creo que se merece todo mi respeto. ¿Qué hago? Es una situación que me causa mucha ansiedad y estrés pues no quiero herir a nadie.


Gracias y saludos , me gusta mucho el blog.
Facu.

Facu:

Me imagino la situación por la que estás pasando, no debe ser nada fácil. Primero que todo creo que por más que te cueste tendrías que confesarle a tu novia que sos bisexual, no hay nada malo en ello, si nunca se lo decís, no sabés como va a reaccionar ella. Si reacciona bien, bienvenido sea y sino también. Tu bisexualidad es parte constitutiva de tu ser y te tienen que aceptar como sos. No podés andar ocultando tu identidad sexual, más en una relación de pareja. Con respecto a lo segundo si no querés serle infiel a tu novia, no hagas algo que después te vayas a arrepentir. Poné en una balanza las cosas positivas y negativas de tu novia y qué es lo que te gusta de tu compañero y fijáte que pesa más. También tendrías que pensar qué tipo de relación querés entablar con este chico que te gusta.
Suerte con la decisión que tomes y podés consultarme cuando quieras.

Un fuerte abrazo,
Mariana Amour

jueves, 13 de marzo de 2008

¿Por qué las mujeres se desesperan por casarse cuando llegan a los 30 años?

Treinta años, treinta primaveras, treinta múltiplo de cinco. En la quiniela 30 es “santa Rosa”, pero más allá de lo que pueda significar este número, ¿por qué las mujeres cuando llegan a los 30 años les “urge” el casamiento? Yo, al mejor estilo Roberto Arlt soy “anticasamiento”, pero ojo, no anticasamiento por ser contra nomás, sino anticasamiento porque no puedo creer que todavía, a esta altura del partido, siga existiendo tal presión cultural que cuando una mujer llega a los 30 años se le acerca un futuro sombrío: es como una especie de fiebre repentina que se les sube a la cabeza al dar vuelta el almanaque y ver ese maldito tres acompañado a su derecha por el cero que las lleva a enloquecer. Como un virus que ataca todo el cuerpo el “yo me quiero casar” se hace presente al llegar a los tres decenios.
Claro, habrá miles de argumentaciones en pro del casamiento y las he escuchado por parte de “ellas”, tales como: “y bueno el reloj biológico corre”, “no me voy a quedar a vestir santos”, “no quiero pasar el resto de mi vida sola”. Argumentos estúpidos por cierto si los hay, totalmente rebatibles cada uno de ellos. El reloj biológico no corre (o al menos no de la misma forma que antaño), más con las técnicas y avances médicos de hoy, y de última uno no necesita casarse para tener un hijo, o ni siquiera tener un padre, si es por ser madre se puede ser madre sin una pareja y sin la biología que ayude... Vestir santos, nadie va a vestir santos y pasar sola el resto de la vida, nos guste o no, nacemos solos y morimos solos.
Creo que esta cosa de casarse a “determinada edad” es algo que está arraigado fuertemente en nuestra cultura. Algo increíble me sucede cuando agarro una revista o pasquín sea de corazón o no, siento bronca por esos periodistas que lo primero que le preguntan a las entrevistadas mujeres es sobre su estado civil presente o futuro: sobre todo fíjense en las entrevistas a las modelitos de 19 años , las preguntas que les suelen hacer a estar niñas versan sobre: ¿y cuándo te pensás casar con tu novio? ¿tenés planes de casarte? ¿querés tener hijos? ¡¡¡¡Por Dios!! ¡Son muy jóvenes todavía, no estamos en la época de la colonia! Y si tienen 30 años, la pregunta de cajón es ya no ¿cuándo te vas a casar? sino ¿cuándo vas a tener un hijo? ¿no querés ser madre? ¿no es hora de casarte con fulanito?
¿No tenemos acaso todas las mujeres bastante con las obligaciones cotidianas que además nos tienen que imponer y “auto imponer” la del casamiento? Cierto que la presión del casamiento es ejercida tanto para hombres como para mujeres, pero todavía está esa concepción de que si un tipo es soltero a los 40 años es “un piola bárbaro” y si una mujer está soltera a esa edad decimos “uh pobre, ésta no se casa más”. El ciclo del ser humano es: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Pero no estamos todo obligados a reproducirnos o casarnos, no es condición sine quonon de todo ser humano pasar por un casamiento o reproducirse. No nos hace más o menos humanos.
Además de lo expuesto anteriormente, yo me pregunto ¿no tiene el casamiento que surgir como acto espontáneo entre dos personas? El casamiento que significa comprometer dos personas ante la ley, el Estado, la Iglesia (si optamos también por esta última) tiene que florecer como un acto sincero, como algo que nace de los corazones de los amantes y no como una “obligación” impuesta por la cultura. El medioevo se terminó, ya no nos morimos a los treinta años, no hay bases biológicos para suponer que una persona tenga que casarse a determinada edad, la única revolución que fue exitosa en el siglo XX fue la sexual, así que chicas ¡a liberarse, ya no de los corpiños como en los años psicodélicos, sino de la obligación del casamiento.

martes, 11 de marzo de 2008

Idealizar al amor o sufrir de bovarismo.

Madame Bovary: Película dirigida por Vicent Minelli en 1949 basada en el libro de Gustave Flaubert y protagonizada por la hermosa Jenniffer Jones.

Madame Bovary es quizás una de las mejores novelas que he leído en mi vida. Cuando Gustave Flaubert escribió esta historia no sé en qué habrá estado pensando, pero se siente hasta en la médula el amor, la desesperanza, la idealización de su personaje principal: Emma Bovary. Muchos estudiosos de la novela atribuyen la historia de Emma Bovary a alguna muchacha que haya existido verdaderamente en Francia, Sin embargo Flaubert negó que haya basado su personaje en alguna persona de carne y hueso, llegó a decir incluso: La Bovary C’est moi. (La Bovary soy yo). Flaubert y Madame Bovary son una misma cosa, como el Cervantes y el Quijote, son retratos de ellos mismos.
Sufrir de bovarismo es estar enamorado del amor, idealizar al amor. Emma, no está enamorada ni de su esposo ni de sus amantes, tanto éste como aquellos resultan ser mediocres y pusilánimes a la vista de la Señora Bovary. Por eso podemos hacer un paralelismo entre Quijotismo y bovarismo: ambos nacen del afán de gloria, del deseo acuciante de ser protagonistas de sucesos gloriosos, lejos de la gris existencia cotidiana. Tanto Don Quijote como Emma Bovary son idealistas: uno idealiza la vida, y la otra el amor. Ambos, tanto Don Quijote como Emma fusionan la vida con las ilusiones para hacerla a la realidad más colorida, pero el final de Emma es desastroso, su amor al amor la llevará al desastre. Idealizar al amor es tratar de construir con una pompa de jabón un ser de carne y hueso que jamás existirá.
Idealizar ya sea la vida o el amor muchas veces puede ser bueno, cuando hace menos penosa la existencia, pero cuando la idealización nos lleva a bordear la locura y la desesperanza esta idealización pronto se puede transformar en terror.
Sufrir de bovarismo nos puede llevar a una insatisfacción generalizada, a ver siempre el vaso vacío y no lleno, a no darse cuenta de quien realmente nos ama. Da pena al final de la novela cuando la Bovary en su lecho de muerte se da cuenta que el único que verdaderamente la ha amado, a pesar de todos sus falencias y errores ha sido Charles, su esposo. Llevando esta novela a la vida concreta muchas veces las personas (y ciertamente las mujeres) perdemos oportunidades de conocer a hombres verdaderos, encontrando detalles insignificantes, como si fueran “grandes funestos” porque estamos seguras que el “príncipe encantado” pronto llegara. He visto blogs de mujeres tratando innumerables veces el tema de “encontrar el novio adecuado” o el “hombre de la vida” o un “novio como la gente”. He leído blogs de chicas que cuentan sus experiencias con menganito o fulanito, esperando algún día postear “la gran historia de amor”. La gran historia de amor tal vez nunca la vivan, tal vez la gran historia de amor está delante de sus ojos y no se dan cuenta... tal vez ... tal vez... tal vez...

viernes, 7 de marzo de 2008

¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?

Pintura: seeking the shadow Man


Cuando tenía 14 años el bichito de “querer estar de novio”, conocer el amor de mi vida me picó, o mejor dicho me trituró el corazón. Recuerdo que por ese entonces veía una serie en canal Volver protagonizada por Oscar Martínez (no sé si era él u otro actor) llamada ¿dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?, idea que habían tomado de la película del mismo nombre. Verla era infaltable en mi casa. Para mamá, mi hermana y yo era una cita obligada durante la tarde ver la serie.
Tal vez a partir de esta serie de Tv. y a partir de mis hormonas en plena ebullición empecé a preguntar ¿y el amor de mi vida dónde está?¿dónde lo encuentro? Ya era duro tener 14 años, pero más duro era todavía tener que ir a un colegio de monjas y solo de mujeres. Si bien hacía actividades fuera del colegio, era difícil que me relacionara con chicos, por lo cual básicamente mi mundo era un universo femenino. Para colmo de males, no era la típica chica de salidas a discotecas, prefería quedarme en casa viendo una película, estudiando (me pasaba horas estudiando), o si salía un sábado a la noche lo destinaba a ver alguna bandita underground de poca monta que me gustase mucho. Así es que mis posibilidades de conocer a un espécimen del sexo masculino se reducían drásticamente.
Recuerdo también, que cuando me gustaba algún muchachito, en realidad no eran muchachitos, sino ya casi hombres con barba y bigotes, tenía siempre la tendencia (que luego se revirtió con el tiempo) que me gustasen chicos 10 años más grande que yo, por lo cual cuando intentaba acercarme al hombre que me gustaba me miraban como diciendo “pero si vos podés ser mi hermanita menor”, entonces de pronto el galán que me gustaba se convertía es una especie de fantasma. Para ahogar mis penas solía plasmar en mi diario íntimo, uno que me habían regalado para mi cumpleaños número 12, todas las características que yo quería que tuviera mi “amor ideal” y hacía un dibujito alusivo y ponía como título ¿dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar? Y me pasaba horas y horas pensando en como sería el amor de mi vida. Con el tiempo esta actividad fue mermando, seguramente por la inutilidad de la misma, hasta el punto que al día hoy ni pienso dónde esta el amor de mi vida... Cuando tenía 14 años no conocía los placeres sensuales, hoy de adulto ya habiéndolos conocido y tenga novio o no me sigo preguntando ¿dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar? Y sigo sin encontrarlo, la diferencia está en que no gasto el tiempo en ensoñaciones pretenciosas. Soy una paciente terminal con ese pensamiento, me siento como esos gordos que dicen “para que voy hacer dieta si el que me conoce me tiene que querer como soy”, y mientras tanto los kilos van aumentando y su salud se va deteriorando. Bueno, yo con respecto a conocer el amor de mi vida digo “¿y para que voy a perder el tiempo pensando si nunca lo voy encontrar?”. Cuando era adolescente había ilusión, hoy no, o tal vez hay una pequeñísima ilusión, pero chiquitita y pintada de color blanco y negro, mientras que la otra era a todo color e inmensa. Sería como comparar el cine actual lleno de colores y tecnicismos con los comienzos del cine. La diferencia que el cine avanzo y mis ilusiones retrocedieron. Las ilusiones de encontrar el amor de mi vida serían algo así como el cine del expresionismo alemán: blanco y negro, mudo y siniestro.

jueves, 6 de marzo de 2008

La soledad y yo


Un síntoma muy común en esta época que corre es el tema de la soledad. Nacemos solos y morimos solos, sin embargo si alguien nos acompaña en ese trayecto la carga es menos penosa. Muchas veces suelo escuchar el comentario: “Sabés que no puedo estar sin pareja porque no me banco la soledad”. En reiteradas oportunidades el tener una pareja casi se reduce a la figura de tener un lazarillo o una mascota. No es que quiera hacer un elogio a la soledad, pero es durante esta etapa donde podemos encontrar respuestas a ciertas inquietudes existenciales que nos planteamos. El dicho dice: a rey muerto, rey puesto. ¿Pero cuándo terminamos con una pareja este dicho es aplicable? Pienso que hay ciertas etapas que son imprescindibles para pasar de una relación a otra: el duelo, el período en que lloramos, nos lamentamos, nos ponemos mal; la melancolía “el todo pasado fue mejor”, el equilibrio donde lentamente salimos de un letargo penoso ; la euforia “soy soltero y hago lo que quiero” para luego transitar finalmente a la soledad donde se la toma muchas veces como una carga en vez de una etapa de reflexión. Jean-Paul Sartre decía que “para ser solidario hay que ser solitario”, sin llegar hacer una apología de la soledad, es en esta etapa donde nos podemos reencontrar con nosotros mismos y a partir de nuestro diálogo interior sacar a la luz todos nuestros conflictos (si es que los hay) y de esa manera al llegar a un equilibro con nosotros mismos, y poder de esa manera poder brindarnos al otro.
Si miramos positivamente a la soledad no es separación, al contrario la podemos llegar a verla como una unión, es unirnos nosotros con nuestra propia alma, con nuestra experiencia, con nuestro ser, para luego a partir de esta saludable compañía llegar a un otro.
Otras veces también ocurre que aunque estemos acompañados “nos sentimos solos”. Este tipo de soledad es dura, y lo es, porque sentimos que del otro lado no hay feedback, que tiramos la botella con un mensaje pero ese mensaje nunca llega al destinatario. Por ahí también, deshacerse de los trastos viejos se transforma en una buena opción (alguna compañía desagradable que nos haga “sentir solos”) y estar realmente solos. O sea mejor solo que mal acompañado.

martes, 4 de marzo de 2008

El primer amor


Una canción de Alejandro Sanz que no recuerdo en el momento de escribir esto hablaba sobre que el primer amor nunca se olvida. En realidad cualquier cosa que hagamos o que tengamos por primera vez es difícil de olvidar, la primera vez en algo, más en el amor es como una marca indeleble que nos deja en el alma y el corazón.
El primer amor, a mí modo de ver puede dividirse en dos: el primero amor platónico, ideal. Este tipo de amor lo encubramos, lo endiosamos, nos hacemos todo un rollo o una novela en la cabeza con este ser que la propia Corín Tellado nos envidiaría. Es como una especie de práctica virtual para el amor de carne y hueso. Este amor suele ser tan o más importante incluso que el primer amor de carne y hueso. He conocido casos de gente que luego de muchos años, he incluso de tener varias experiencias amorosas, recuerda con cierta fascinación a este primer amor platónico. Luego el otro primer amor, es el de carne y hueso, el palpable. Es con el que experimentamos el primer beso, las primeras caricias, la primera relación sexual. Puede ser una experiencia muy bella como también puede ser una experiencia muy traumática. He escuchado también por ahí decir que todos los amores posteriores al primero son simplemente “necesarios” para olvidar éste. El amor primero es la puerta a los demás amores, es abrir un libro y leer la introducción de un libro, es asomarnos a vivir, a experimentar ese sentimiento que nos hace humanos y que nos diferencia del mundo animal.
En mi historia personal me ha pasado que luego de mi “primer amor”, el de carne y hueso he tratado de buscar parecidos en otros. Luego con el transcurrir de los años esta “manía” de buscar el mi primer amor en otros fue atenuando...
Una prima mía solía decirme que en la vida había tres grandes amores, no sé si será cierto esto, pero de lo que estoy segura que del primer amor nadie se olvida...