jueves, 2 de abril de 2009

La historia de amor de María y Juan Carlos de Venezuela.


Hace unos años, estuve de novia con un chico que estudia en la misma universidad a la que yo asistía. Este hombre representó una etapa muy importante de mi vida porque, además de ser mi primera pareja formal, fue una relación bastante intensa y tormentosa de tres años. Éramos muy inmaduros y nos hicimos mucho daño. Comenzando nuestra relación él me presentó a un amigo suyo, un compañero de clase, que por vivir cerca de mi casa coincidía frecuentemente conmigo en el autobús de la universidad. Mientras fui novia de este chico del que les conté al principio nunca estuve interesada en alguien más. Y, honestamente, su amigo: Juan Carlos, me parecía muy atractivo pero nunca imaginé que alguna vez él y yo tendríamos algo. Pasó que mi relación tormentosa por fin terminó y comencé a salir con muchas personas. Salía con la intención de vivir lo que no había vivido en esos tres años y conocer gent, divertirme. En fin, una de estas personas con las que comencé a salir fue precisamente Juan Carlos. No sé si por "inocente" o no quería darme cuenta de que estaba pasando realmente, pero nunca salí con él con mayores intenciones que seguir cultivando una amistad. Y de hecho así fue, nos seguimos haciendo más amigos, nunca nos insinuamos nada, y continuamos saliendo. Pero un día, en medio de algunas copas nos besamos, y después de ese día cada vez que salíamos hacíamos lo mismo. Yo incluso estaba saliendo con alguien más, pero no importaba porque veía esto como una simple aventura un juego de amigos que estaban o se sentían solos yquerían pasarla bien. Durante todo el tiempo que salimos de esta manera, que fue más de un año, Juan Carlos no mostraba interés alguno en formalizar la relación. ¿Cuál relación? Bien, habia pasado tanto tiempo juntos, compartiendo, que nos habíamos aferrado el uno al otro y hacíamos todo juntos. Yo por un momento llegué a sentir que no ibamos a llegar a nada pero poco a poco fue surgiendo entre ambos un sentimiento hermoso. Él con sus detalles, su simpatía y sus atenciones se fue metiendo en mi corazón y hoy creo que jamás saldrá de allí, ni como amigo ni como mi gran amor. Un buen día decidió pedirme de la manera más dulce que fuera su novia, que ya le había dado demasiadas largas al asunto. Pero yo creo que no le dio largas, que todo sucedió en el momento justo y de la manera justa. Ahora tenemos 7 meses de noviazgo, su familia me apoya y me dan mucho cariño, mi familia lo aprecia y se preocupan por él, hemos hablado de un futuro juntos con casa e hijos. Somos felices, y aunque estemos pasando por dificultades, apoyados en nuetsro amor siempre buscamos soluciones para salir adelante juntos. Mi vida es él. Lo amo muchísimo y él me ama a mi. Ahora agraadezco y honro a esa pareja mía que en el pasado me hizo daño, porque de alguna forma ese episodio de mi vida dio pie a que hoy pueda estar con mi verdadero amor. Por eso dicen por ahí "no hay mal que por bien no venga". Y vaya que este bien ha sido grandioso para mí.
Gracias por dejarme compartir mi historia con tus lectores.
María

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