jueves, 21 de febrero de 2008

Fidel Castro y Marita Lorenz: una historia de amor que ni Hollywood hubiera imaginado

El amor es más fuerte: Marita no mató a Fidel debido al amor que sentía por el líder

Como dije anteriormente en otro artículo la realidad supera a la ficción y nunca voy a dejar de verificar una y otra vez esta frase.
El 19 de febrero de 2008 el Comandante Fidel Castro renunció al poder dejando de dirigir los destinos de Cuba por problemas de salud. Según sus propias palabras, sobrevivió a más de 643 atentados , y escapó a una muerta segura a manos de una espía de la CIA. ¿Cómo hizo esa vez para escapar de la muerte? Fue el amor, la espía en cuestión, Marita Lorenz, fue enviada por la CIA a Cuba para seducir a Fidel y después matarlo pero el amor fue más fuerte.
Marita conoció a Fidel en 1959. Ella, alemana, conoció Fidel en un viaje a La Habana que hizo junto a su padre, capitán de un barco. Tenía por entonces 19 años. Fidel quería conocer el barco del capitán Lorenz porque nunca en su vida había visto un barco tan grande. Así fue como se conocieron con Marita. Luego Marita quedó embarazada, perdió al bebé. La CIA convenció después a Marita (mediante un lavado de cerebro) de que Fidel Castro no quería tener un hijo con ella. Ella se convirtió en un instrumento de la CIA y estaba dispuesta a viajar con píldoras letales en el año 1961 a la Habana para encontrarse otra vez con Fidel, pasaría una noche con él y lo envenenaría. Sin embargo el cometido nunca se llevó a cabo.
En el 2002 se hizo un documental sobre esta historia de amor llamada “Querido Fidel, la historia de Marita Lorenz”.
Les quiero dejar en esta oportunidad la historia de Marita contada por ella misma:
“Fue muy difícil ver esas imágenes en pantalla, porque aún quiero a Fidel, aún lo extraño... fue mi primer amor. No pude contener las lágrimas. Todo de mí le perteneció a él en Cuba. Por otro lado, odio la forma en que Estados Unidos lo ve en su gobierno de Cuba, pero tengo esperanza de que esto cambie. Tengo los momentos de nuestra relación como grandes recuerdos".
Marita, quien en los momentos claves en la habitación donde se hospedó una vez con Fidel, en el Habana Libre, decidió tirar al inodoro las pastillas de veneno, comenta: "Mi amor era más fuerte. No lo maté porque por naturaleza no soy una asesina, no podía arrebatarle la vida a alguien que amaba, aunque la CIA -que no sabía que ya estaba enamorada- me haya entrenado para matarlo. Ese momento fue determinante, algo me detuvo, quizá el gran amor que sentía por él. Aunque confieso que estuve temerosa en esos instantes; ahora me siento feliz de haber actuado de esa forma, pese a que arriesgaba mi vida permaneciendo en Cuba. Supe que por lo que había hecho, más bien por lo que no había hecho, iba a tener problemas, pero valió la pena el riesgo; ahora estoy feliz y más tranquila".
Para ella no fue duro vivir luego de tener este tipo de relaciones. "Fidel era para mí sólo un hombre, no el líder que es. Luego de Fidel no tuve un hombre ideal, él lo era. Estuve consciente de que nunca encontraría al hombre de mi vida que él pudo ser y todo por lo que la CIA pudo haber hecho si seguía con él."
De hecho, afirma, "nunca terminé mi relación con Fidel, la CIA interfirió cuando supo que lo amaba. Nos separamos cuando tenía siete meses de embarazo de él que, por cuestiones de salud, tuve que abortar. Luego me fui a Estados Unidos para ser protegida porque me hubieran acusado de terrorismo contra el sistema cubano, aunque lo mío fuese algo ya personal".

1 comentario:

Anónimo dijo...

que loca toda esa historia,de verdad que pense que la historia ternimo cuando fidel la estava esperando de su viaje para verla y ella tenia las pildoras fidel la recibio diciendole que sacara de su bolso el veneno que traia por eso no lo pudo matar.ya fidel sabia que ella venia con esas pildoras pero el tambien la amaba y eso fue mas fuerte...andrea...venezuela...