martes, 22 de abril de 2008

¿La tecnología mató al romanticismo, como la curiosidad al gato?

Columnista Invitada: Marylyn Atos
¿Será que el romanticismo sólo existe en las películas? Muchas veces tristemente pienso que el romanticismo es cosa del pasado, que me hubiese gustado vivir en la época de los vestiditos twedy donde el trabajo diario de los chicos era pensar como podían conquistar a la mujer amada, que flores o bombones regalarle, como darle esa cartita de amor que habían preparado la noche anterior y que ella tomaba con inocencia sonrojándose porque conocía las intenciones de su amado.
Hoy todo eso es cosa del pasado, los e-mail, el chat, los mensajes de texto, pasaron a formar parte de la ola del nuevo romance. El envío de cartas, se reemplazó con un simple mensajito o un e-mail que deja completamente obsoletas aquellas cartas que nuestro amado perfumaba para que recordemos su aroma. Ni las flores, ni los regalos, que hoy forman parte de los obsequios virtuales dentro de las comunidades de los cibernautas, se salvan de esta vorágine. Pero no todo es negativo en esta nueva forma de convocar al amor. Las fronteras ya son historia a la hora de amar. Además aquellos que en el pasado no se animaban a conquistar a su chica deseada abrumados por su timidez pueden recurrir a estas nuevas formas de comunicación y encontrar esa “media naranja” que sin la ayudita del chat hubiese sido imposible de encontrar.
Así que no podemos confirmar que la tecnología mató al romanticismo, como la curiosidad mató al gato, pero sería bueno para los amantes encontrar un equilibrio entre estas dos formas de conquistar.

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