¿Y dónde están los hombres?

Cada vez más las mujeres se quejan de que no quedan hombres. ¿Pero es que no hay hombres o es que los hombres que hay (o mejor dicho lo que están"disponibles para la caza") son muy pusilánimes?

No soy feminista ni mucho, no me gusta defender a ningún grupo, ni género, pero en esta ocasión he notado, con tristeza, que las reglas de la conquista han cambiado mucho con el pasar de los años, y se han diluído en un desinterés áspero. En los tiempos modernos que corren donde todo es rápido, todo es "fast". Comida rápida, "citas rápidos" (sobre este tema hablaré más adelante), autos rápidos, conexión a internet más rápida, pareciera ser que la conquista amorosa ha ido perdiendo terreno ante la voracidad temporal: hacerse tiempo para una conquista sería una pérdida de tiempo.

En el siglo XX con la liberación sexual de la mujer, la única revolución social verdadera, a mi modo humilde de ver, la mujer ha sido la que ha ido tomando las riendas de la conquista que antiguamente sólo manejaba el hombre. En pocas palabras, la mujer hoy por hoy es la que muchas veces toma la iniciativa cuando quiere conquistar a un hombre. Ahora bien, ¿qué pasa cuándo por tímidez, por pautas culturales o por cualquier otra razón la mujer no quiere o se cansa de ser ella la que propicia la "caza"? Ahí es cuando se produce el descontento de las féminas al ver que el "macho pardale", el otrora "depredador sexual" ha quedado sumido en la escala evolutiva a menos que una ameba, las explicaciones ante este fénomeno que argüirán serán miles: falta de interés, más cantidad de mujeres disponibles que hombres, que las mujeres son muy "fáciles", y una lista tan larga de excusas que cuando finalice seguramente uno quedará dormido. Otro argumento que usarán será la "falta de tiempo", falta de tiempo para la conquista. Porque para conquistar hay que tener y hacer uso de energía: mental y física. Hay que estudiar, merodear, rodear la presa y una vez que se caza mantenerla.

En tiempo de la rapidez la conquista masculina ha ido perdiendo terreno. A vos querido hombre te digo, te explico, conquistar " a la vieja usanza" es algo que más de una mujer agradecerá, te hago el llamado a la solidaridad.