Causa y sin razón (o con razón)de los celos

Celos: película argentinadirigida por Mario Soffici y protagonizada por la hermosa Zully Moreno en 1946.

El querido Roberto Arlt en sus Aguasfuertes Porteñas titula a uno de sus artículos “Causa y sin razón de los celos” y decía que los “celos constituyen un sentimiento inferior, bajuno. El hombre, cela casi siempre a la mujer que no conoce, que no ha estudiado, y que casi siempre es superior intelectualmente a él. En síntesis, el celo es la envidia al revés.”.
Respecto de las mujeres que celan dice: “sólo las mujeres muy ignorantes y muy brutas son celosas, el resto clase media, superior, por excepción alberga semejante sentimiento”.
Como se puede leer en las líneas de arriba Arlt tomaba a los celos como un sentimiento bajo, vil, que era una cosa constitutiva de aquellas personas (ya sea hombre o mujer) que por ignorancia o desconocimiento de las artes amatorias pudiera abrigar en su corazón
¿Pero los celos siempre son injustificados? ¿Puede levantar alguien la mano y decir “yo nunca sentí celos en mi vida , o nunca celé a mi pareja”?, como dice la Biblia quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
He escuchado algunos de estos gurúes mediáticos y psicolocos no tan mediáticos, decir que los celos son la sal del amor. Se me viene a la cabeza este ejemplo: una ensalada, cuando no tiene nada de sal la encontramos sosa, insulsa, que no tienta al paladar ;y cuando tiene demasiada sal la ensalada se hace incomible. En el caso de una relación de pareja cuando faltan los celos la relación se torna aburrida, monótona, como que al otro le importa todo un pepino , y cuando algunos de los dos es un enfermo de los celos la relación se torna insoportable. Creo que si algún ser humano se le ocurriese inventar un aparato parecido a un velocímetro, pero que se llamase “celocímetro”, artefacto para medir los celos, se haría millonario, nos daría la pauta cuando estamos siendo apáticos y cuando estamos siendo melodramáticos.
Hay veces que los celos son sin razón pero otras veces con razón. ¿Qué pasa con la gente que intercambia pareja, los famosos swingers? Se sabe que son relaciones consensuadas y que antes de llevar a cabo tal práctica sexual se habla largamente dentro de la pareja. ¿Pero no se sienten celos acaso? Es conocido el caso del filósofo Jean Paul Sartre y la escritora Simone De Beauvoir, los celos estaban prohibidos entre ambos y la relación estaba abierta a terceros. La única regla era decir la verdad. Sin embargo sabemos que cuando Sartre se enamoró de una de las alumnas de Beauvoir, (Olga Kosakiewickz) Simone se volvió loca de celos. Así que hablar mucho y ser muy intelectual no siempre sirve...
Enfermos de Celos: también están los celos que matan, es conocido la enfermedad que se llama “síndrome de Otelo”, cuyo nombre deriva de uno de los libros más destacados de Shakespeare, Otelo. Este síndrome ocurre cuando una persona se vuelva loca por los celos, imagina que su pareja lo engaña siempre o que ésta aprovecha cualquier situación para serle infiel. Es un caso ya de psicosis extrema que es lo que pinta el autor inglés a través de su personaje Otelo.
Ni chicha ni limonada, los celos, al igual que el dios griego Zeus puede tener un poder constructivo o destructivo, depende de uno cómo lo use.